junio 11, 2011

Letras Rojas

"Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe..."
1 Timoteo 5:3-4
Jesús mismo dijo a los Fariseos que las Escrituras dan testimonio de Él (Juan 5:39). Por supuesto, se refería a "La Ley y Los Profetas" (lo que conocemos como el Antiguo Testamento). El Salmo 119:60 dice: "La suma de tu Palabra es verdad", de modo que la suma de la Palabra debe arrojarnos un resultado y solo uno: Jesús, Aquél que es el camino, la verdad y la vida.

A Él oíd...
Una de las cosas más tristes del Nuevo Testamento, es ver cómo los Fariseos que eran "expertos" en la Ley y los Profetas, no pudieron reconocer a Jesús como Aquél a quien Dios enviaría para Salvar a su Pueblo. Moisés mismo advirtió al pueblo que Dios levantaría a otro profeta ¡Este es Jesús!


Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a Él oiréis: Conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera. Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho. Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y Él les hablará todo lo que yo le mandare. Mas será, que cualquiera que no escuche mis palabras que Él hablare en mi nombre, yo lo llamaré a cuentas. 
Dt. 18:15-19

Letras rojas...
Lo que los Fariseos y el pueblo no esperaban, es que este profeta fuera más que un profeta, el mismo Verbo encarnado (Juan 1:14). Nosotros hoy sabemos que Jesús es el Verbo encarnado, y la misma orden de prestar atención a Jesús que les fue dada a los discípulos en el monte de la transfiguración, nos es dada a nosotros (Mateo 17:5). 

Esta sección se llama "Letras rojas" por dos razones. La más obvia probablemente ya la sabes, algunas Biblias tienen todas las Palabras de Jesús en rojo. Pero hay otra razón: todo lo que Jesús dijo cobra su auténtico valor, cuando reconocemos que son las Palabras de nuestro Señor, nuestro Rey y Salvador, quien fue asesinado en una cruz para pagar nuestros pecados, quien se entregó voluntariamente para darnos vida, vida eterna.

Por ello, queremos invitarte a que hoy recibas por la fe en su Nombre, perdón de pecados y salvación. ¿Cómo?, reconociendo que has pecado y arrepintiéndote, depositando tu fe en Jesús como el Hijo de Dios, capaz de borrar todos tus pecados por su sangre derramada en la cruz. Toma unos momentos y habla con Él, entrégale tu vida y pídele con tus propias palabras que te perdone, te lave y te de vida nueva.

Ahora que has sido lavado por su Sangre, es nuestra oración que sus Palabras moren abundantemente en tu corazón (Col. 3:16), y que transformen tu vida día a día, que seas lleno del Espíritu Santo para que puedas caminar agradándole en todo.

Estaremos publicando en esta sección cada semana. Nos leemos la próxima semana. Bendiciones.